miércoles, 13 de mayo de 2009

Entrevista: Avelino Stanley

Documentos, libros, un afiche en que se visualiza el rostro azorado de un mozalbete que dirigía una asociación universitaria, en el cargo de presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos, (FED), en la UASD (Universidad Autónoma de Santo Domingo) y una apretada agenda de trabajo describen la oficina del subsecretario de Cultura, Avelino Stanley. El trabajo es tal que en medio de la entrevista estaba dialogando con los encargados de lo que será un congreso diplomático y al otro lado de la línea con ejecutivos de dicha Secretaría, hablaba sobre las estrategias de comunicación que implementará la institución.
Stanley tiene una maestría en Lingüística, lo cual le ha permitido escribir numerosos libros con temas propios de la cultura dominicana, dentro de los cuales se destacan: “Tiempo muerto”, publicado en 1998 y que trata con mucha minuciosidad el tema sobre la caña de azúcar; “Por qué no he de llorar” narra situaciones difíciles que aquejan a la sociedad dominicana, entre otros libros relevantes que han sido galardonados con premios literarios, no solo nacionales sino también en el extranjero.
El escritor y funcionario de República Dominicana considera que se hace necesario que las universidades, como fuente de estímulo para el desarrollo del país, promuevan en sus estudiantes los valores culturales. El apoyo a las conferencias, charlas, talleres y actividades que permiten el desarrollo y conocimiento de los aspectos culturales.
“Los vicios (dígase la droga y el alcohol) pueden disfrazarse e incluso evitarse cuando se trata de utilizar la multi-etnica para afianzar la identidad, para eliminar las barreras de las diferencias raciales en el país”, dijo el subsecretario.
El funcionario de Cultura considera que la educación del hogar es básica, pues es así como los profesores tienen más depurado el camino para la realización personal del individuo.
“La juventud dominicana promete. No me imagino esta nación sin la voz de los jóvenes, es en esa etapa donde se descubre la vocación pura y certera. Recuerdo que mi primer premio en literatura lo gané a los 18 años, en un concurso de poesía que organizó el Club Cultural José Ingenieros en La Romana”, manifestó Stanley.
Avelino Stanley cruzaba las piernas, ya eran las 12:00 del mediodía. El hambre y la sed hacen su llamado. Por lo que toma lápiz y papel y decide poner fin a los compromisos del día.
“Si todos entendieramos el valor de la organización, en este momento me iría a comer; pero por suerte amo mi trabajo mucho más que a mi estómago”, concluye el entrevistado.

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